Todo comenzó con una idea simple, pero llena de pasión: llevar el sabor de nuestras raíces más allá de nuestras fronteras.

Somos un grupo de jóvenes mexicanos que crecimos rodeados de tradiciones, de sabores que cuentan historias y de abuelos que, entre tazas de chocolate caliente, nos enseñaron que lo más valioso que tenemos es nuestra cultura.
En cada reunión familiar, el aroma del chocolate de bola oaxaqueño llenaba la casa, y en cada sorbo estaba la esencia de nuestra tierra: Oaxaca.

Fue así como nació Sabor a Tradición.
No solo queríamos vender un producto. Queríamos compartir un legado: ese cacao molido a mano, esas recetas transmitidas en susurros de generación en generación, ese respeto profundo por la tierra y su gente.

Hoy, trabajamos para que el chocolate de bola, ese símbolo de unión y cultura, viaje desde Ocotlán de Morelos, Oaxaca, hasta Japón y el resto del mundo.
Queremos que cada persona que pruebe nuestro chocolate sienta lo mismo que nosotros sentimos desde niños: orgullo, calidez y conexión.

Esta no es solo nuestra historia.
Es la historia de Oaxaca.
Es la historia de cada mano que trabaja el cacao.

Sabor a Tradición: porque algunas historias no se leen... se saborean. 🍫✨